Los guarismos de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) mostraron una fuerte sangría de votos del oficialismo nacional, especialmente en distritos de votación histórica al peronismo -como el caso de Tucumán-. A raíz de ello, el candidato de Unión por la Patria, el ministro de Economía, Sergio Massa, ajustará su estrategia con los gobernadores, en el marco de la próxima campaña hacia las elecciones generales del 22 de octubre.
Entre el martes y el miércoles próximos, el tigrense mantendrá reuniones en Washington, para cerrar los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para los próximos meses. A su regreso prevé anunciar un aumento salarial con suma fija dentro del marco de las paritarias, y refuerzos en la Asignación Universal por Hijo. En paralelo a todo ello, y con el análisis fino de los resultados electorales, el propio Massa se viene comunicando con todos los gobernadores de signo peronista. El pedido es concreto: que profundicen el trabajo territorial y la campaña para asegurar que el oficialismo llegue al balotaje del 19 de noviembre.
En ese contexto, Massa advierte a los gobernadores que no se trata solamente de la elección presidencial, sino que deben pensar en la pérdida de representación en el Congreso. Es decir, en qué significaría para los mandatarios provinciales que La Libertad Avanza obtenga más diputados y senadores. Si en octubre se repiten los guarismos de las PASO, el libertario Javier Milei contará con un bloque de 40 diputados y con otro de ocho senadores. Previo a las PASO, esas bancas se creían aseguradas para el peronismo.
Massa ya habló con Sergio Ziliotto (La Pampa); con Juan Manzur y con Osvaldo Jaldo, y con Gustavo Sáenz (Salta). En esas provincias Milei ganó con 32,77%, 35,9% y 49,38%, respectivamente. Los contactos con gobernadores seguirán las próximas semanas.
Entre el gran número de personas que no fueron a votar, y los votos que se fueron con los libertarios en las provincias peronistas, Massa apuesta a recuperar al menos dos millones de sufragios.